jueves, 17 de mayo de 2012






CONVERSACIONES CON LA SOLEDAD


Y el agua le dijo a la roca; desearía volver a mis principios

y a los principios de esos principios

desarenar mis raíces y airearlas en una danza 

pero.. cuánto dolor me lo impide; 

empezando por el peso de los años

que crean ese abismo descarado 

q sonríe hasta enfriarse y  hace hueco n l eco

d los motivos secretos 

q desvelan los valores dl otro lado dl pantano 

 he aquí mi primer motivo espartano,


Volver a donde azotaron mi alma cristalina 

convirtiéndola en opaca?


Allí donde fue preciso soportar tormentas

 en manos de una fuente qebrada ??


soporté defectos d otras mentes a merced d otros karmas

q acunaban con tanta pasión 

como si d sus destruidas vidas se tratara 

como si en mí su pasado hallaran 

y qeriendo redimir en un solo gesto

  acechaban y  aponderaban 



Volver al pasado maldito donde hallé feroz veredicto?

 un veredicto irracional

fruto de un engranaje enojado

 por la fuerza d mis derexos ejercidos a contrapeso

en un pantano lleno de secretos

 q insensatez

" dirían los q oyeren" 

y con éstas salvando l propio..

 protegiendo al sádico y abriendo camino

 al ensordecedor silencio d los bondadosos.



Y continuó el agua mojando la piedra

 mientras se ahogaba su voz a través d la niebla;

creo que el viaje no promete quizás podría ir en enero 

cuando apenas asoman la nariz 

 para llevar a cabo sus quehaceres rutinarios 

que armonizan sus vidas destruyendo cualquier esperanza

 de cambio,  excitación o utopía

q cumplen los gestos necesarios para engañar a sus mentes 

para prometerles nadar en la mas beneplácita ignorancia

 sensata y atada, sin riesgos ni derrames

así evaporan sus días uno detrás del otro 

y aún antes de terminar el primero 

esperan y anhelan llegar al segundo

 para poder hacer desaire al momento intuitivo 

que desvela ante sus narices, cuan y cuan pesadas son sus raíces.


Que frío lugar dijo la piedra

 quédate aqí conmigo, al abrigo, a mi vera!


y el agua sonrió a la piedra

y sin mas motivo q agradecimiento

le dedicó su mejor descripción;


querida amiga, añadió, sin duda eres para tantos

un destino y un tejado, decreto real

firme y absoluto estado, continente del impaciente

abecedario sin lenguaje, arenoso brebaje

despedida de lo incierto, sensación d acierto

abstracto mensaje desde el interior saciado

 y paralelo a un internado

horizonte lejano, enjambre abandonado

rincones d cortesía y salas de alevosía

pasillos estremecidos

y a duros pasos estrechados

definidos, repetidos y acallados

agradezco entusiasta tu ofrecimiento

 moraré en tu posada por un tiempo.




En élla moraron muxos protegiéndose del viento

contestó la piedra

algunos de paso y otros perpetuos

a todos la vida de un modo u otro les ha revuelto;

entremos en acierto y observaremos a uno y a ciento

 hallaremos igualdades

tormentos atrapados en lunas crecientes

de dolor hiriente

en sensaciones de ahogo y calvarios del desahogo

en mañanas templadas y en noches moradas

empapadas d desaliento, hironía, pérdida d la autonomía

descripciones poéticas d mentiras herméticas

armonía? y fingir la mejor melodía??

a todo esto atienden

mientras arropan su valentía y desafían la melancolía

la templanza, su fe en la supuesta balanza

respiran y esperan, albergan y avanzan

y así d pista en pista esperan hallar su media naranja

mientras, definen la alquimia a imagen y semejanza.


Cientos de hermosas situaciones sus almas destrozan...

cientos y una evidente

que rebosa cual olla hirviente

y se debate extrema

a la vez q amordaza, estira y qma

acariciando un destino q inquieta, desvela

atonta y adormece, pretende y convierte en sierva.


Cual ruido sin sentido q envena sus almas

q almacena sus iras y desprecia sus vidas

suspiran mas no alivian, mas bien ligan

a un interior roto, desprovisto d flor d loto

marxito, decreciente

q en el pexo ejerce y se defiende

cercando un sendero qes recorrido por terceros

y x si mismo abandonado, retirados con recelo

y convirtiéndose en fruto d tanto y tanto desvelo.



















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